Me ha costado bastante escribir
este post, sobre todo porque me cabreo muchísimo cada vez que lo pienso. Lo primero que tengo que aclararos es el
motivo por el que he decidido llevar el embarazo tanto por la privada como por
la seguridad social. Es sencillo, un mayor control.
Una vez pasado todo, todos los
especialistas a los que vimos, no aseguraba que ya se veía, que algo en la
cabeza de Emma no estaba bien desde la semana 20, entonces ¿Por qué esperaron a
la 34 para empezar a hacer pruebas? Una interrupción en la semana 20, no es un
parto en la 36, ¿Por qué nos hicieron pasar por eso? Porque no lo vieron. Y
seguramente aunque el embarazo lo hubiera llevado también por la ss, tampoco lo
habrían visto, pero siempre me quedará la duda.
En la privada:
semana 6: ya tenía la cita
cogida de hacía días, pensábamos que el retraso iba a implicar otras cosas, no
esperábamos el positivo. La ginecóloga nos confirmó el embarazo y que había
saquito y se veía algo dentro, todavía no se distinguía el latido, pero nos dio
la enhorabuena y nos pidió cita para semana 8. Nos pidió varias analíticas. Intentó
tranquilizarnos, y nos advirtió que sicológicamente iba a ser duro pero que no
tenía por qué pasar nada.
Ese domingo empecé a sangrar,
aborto incipiente, las palabras de la ginecóloga de urgencias fueron
devastadoras. Seguramente antes de 24h lo perderás. La bolsa estaba
completamente desprendida y había un gran hematoma alrededor. Reposo absoluto,
progesterona y que llamara a mi ginecóloga para adelantar la cita.
El lunes a primera hora llamé a
mi ginecóloga, que quería verme inmediatamente, como no tenía quien me llevara
y mientras no sangrara en abundancia quedamos que me vería el miércoles a
primera hora. Me dijo que se veía claramente el hematoma aunque parecía menor
que el domingo, y que según su opinión la bolsa se estaba agarrando otra vez.
Seguimos con progesterona y reposo absoluto. Nos volvió a ver ese viernes y el
viernes siguiente de 7 semanas.
Parecía que todo estaba perfecto así que nos levantó el reposo absoluto.
En la semana 8: revisó que todo iba correcto y las analíticas. Y me citó
para la semana 10 y respondió a todas mis dudas.
En la semana 10: Comprueba que todo sigue bien y nos mandó la eco de la
semana 12 con la analítica.
En la semana 12: Nos hicieron la eco y la analítica, el mismo día y con
bastante tacto, respondiendo dudas.
En la semana 15: volvió a vernos con los resultados de las pruebas. Y nos mandó la ecografía del segundo
trimestre.
Con la seguridad social:
Semana 6: Primera visita al médico de cabecera para que nos derive
al ginecólogo. Nos pide la analítica. Y nos indica que nos llamarán para darnos
cita. A los pocos días nos llega una carta con la cita para el ginecólogo, ni
llamada, ni posibilidad de elegir hora.
Semana 8: aunque soy la primera la ginecóloga llega unos 20 min
tarde, total 30 min de retraso nada más empezar. Me pesa me toma la tensión,
mira que hay latido, sin girar la pantalla, para que yo la vea. Le comento que
es mi tercer embarazo y lo que pasó con Emma y me dice que no soy de riesgo
porque “aborté porque a mí me dio la gana”. Le pregunto si el ‘A mí me dio la
gana’ incluye que fue la recomendación de los 5 especialistas que vimos y que
todos los médicos nos advertían que era un parto de riesgo donde mi vida corría
peligro y que la niña no iba a sobrevivir. Y me indica de muy malas maneras que
fue una IVE que como su nombre indica es una interrupción VOLUNTARIA de
embarazo, opto por dejar de discutir con alguien que no tiene educación. Además
se encarga de mostrarme lo enfadada que esta porque fui a urgencias a una
clínica privada y no a la paz (que se encuentra a más de 2h en transporte
público de mi casa o casi 30 min en coche si no hay atasco y encuentro a
alguien que me lleve) que es la que me corresponde durante el embarazo. Visto
lo visto opto por no responder siguiera y pasar. Pese a que le llevo la
analítica con la curva larga de glucosa negativa que me hicieron en la privada
me indica en su tónica de bordería que no va a admitirme ninguna prueba de
fuera, que si tengo intención de llevar el embarazo por la privada mejor que no
vuelva a su consulta y que me va a repetir la curva corta de glucosa aunque le
advierto que esa siempre me da positivo y que me tendrá que hacer la larga. Me
dice que me llamarán para la eco de las 12 semanas, para la analítica y la
próxima revisión. Total en apenas 5 minutos me ha despachado de largo y yo
salgo con un cabreo tremendo.
Ecografía de la semana 12 y
analítica: Como las veces anteriores, me llega una carta directamente indicándome
la cita sin posibilidad de cuadrar nada con mi horario y mi trabajo. Me
realizan la analítica con curva de glucosa de regalo, por sus santas narices.
Una semana después me hacen la ecografía de las 12 semanas. He de admitir que
el ecógrafo que me trato fue puntual y lo hizo con mucha educación y cuidado, explicándome
todo lo que veía y mostrándome la pantalla en todo momento.
Semana 16: recogida de pruebas. Entro
con más de una hora de retraso en la consulta, la enfermera me pesa y me toma
la tensión sin que la ginecóloga me haya dirigido aun la palabra. La enfermera
me indica que pase a la camilla. Entra la ginecóloga, sin mirarme me dice que
es una comprobación rutinaria para comprobar que hay latido, no gira la
pantalla ni me deja ver a mi pequeño. Le comento que estoy con antibióticos y
que con lo que paso la última vez, estoy bastante asustada. En su tono de
bordería habitual me responde que a ella eso le da igual y que no va a realizarme
ninguna prueba fuera del protocolo. La
enfermera me indica que me ha dado un pelín alta (como ya sabíamos que iba a
pasar) la curva de glucosa y que me tienen que realizar la larga, en un
hospital que está a más de 2h de mi casa en transporte público. Vamos que me
van a dar el tercer chute de glucosa, sin ser necesario solo por sus santas
narices. Me da un papel y me dice tengo que bajar a administración a pedir yo la
cita. Y Que de la eco de las 20 semanas ya me llamarán (tres semanas después
aun no me han llamado). Total, después de más de una hora esperando para
entrar, me despacha en menos de 4 minutos. Bajo a pedir la cita para la
puñetera curva y me encuentro una única ventanilla de 7 abierta y que tengo más
de 40 personas por delante. Después de esperar 5 minutos sin que avance nada,
pregunto en información si hay alguna otra forma de solicitar la cita y me dice
que no, que tiene que ser en esa ventanilla. Con un justificante para el
trabajo que solo indica la hora de espera que he estado tocándome las narices arriba,
opto por irme y volver cuando pueda.
Al día siguiente a primera hora me llaman para preguntarme porque no he solicitado
la cita de la curva, le indico el motivo y que pretendo ir cuando pueda a pedirla
y amablemente el señor me da la cita por teléfono… yo hay cosas que no
entiendo.
Os preguntaréis por que no he
mandado al carajo a la borde de la ginecóloga, pues el primer día, quise pensar
bien, que no había entendido la situación, que tenía un mal día… esta segunda
vez… en fin estoy esperando que me llamen para darme la cita de la ecografía y
en cuanto la tenga pediré un cambio de medico aunque ello suponga cambiar de
hospital y tardar mucho más en desplazarme.
Y esta está siendo nuestra experiencia
con el tercer embarazo ¿Vosotros por donde lo estáis llevando? ¿Vuestra experiencia
en la pública está siendo igual de mala?
Ay amiga, que mal todo. Yo solo lo lleve por la SS porque no tenía seguro privado aunque de haberlo tenido lo hubiera hecho como tú. Un doble control, y más en casos como el tuyo, nunca vienen mal. Mi experiencia en la SS fue bastante buena, la verdad. No tenía gine fija, era el que me tocaba pero la cita me la daban ellos mismos. En ocasiones tuve que esperar. Una vez bastante, porque el gine había tenido que ir a una urgencia. Pero en general bien. Siento que tengas que pasar por ello. Que poco tacto!
ResponderEliminarMadre mía!! Insensibilidad 100%. Yo no habría esperado a una segunda cita.
ResponderEliminarCuando estuve embarazada solo fui por lo privado. Aunque ahora, si me vuelvo a quedar embarazada, ya le he dicho a mi marido que lo haré igual.
Tengo el hospital relativamente cerca de donde vivo. Pero no me gusta. Pero hablando con un compi de curro me contó que puedo pedir un traslado y seguramente lo haría.
De verdad... sigo flipando con la actitud de esa doctora
Muchos ánimos
Para tener a alguien tratandote tan mal, mejor cambiar, sí. No hay derecho...
ResponderEliminarHola compañera, te escribo sólo para decirte que el control del embarazo en el distrito de la paz se lleva en 3 sitios si mal no recuerdo, el propio hospital, el ambulatorio de bravo murillo y otro centro de especialidades en peña grande. Mi mujer con la primera peque, lo solicitó en bravo murillo, y tas una experiencia similar o peor a la tuya (con un ginecologo Gordo hijo de las mil p...ejem), se cambió a peña grande y otro mundo chica, una ginecologa super agradable y que no escatimaba en pruebas. Ahora estamos de 12, y lo lleva en peña grande también con la misma ginecóloga (de mañana). Cambiaté, es un simple formulario en administración y no dejes que ningun/a amargado te impida disfrutar ni un segundo de tu embarazo.
ResponderEliminarUn abrazo
Ay, que fuerte me parece la ginecóloga de la ss, que poca empatía, tacto y profesionalidad. Si está amargada por trabajar en la sanidad pública que se vaya a otro sitio, porque es de verdad para reclamar :( Mi consejo es que lo lleves solo por la privada, porque esta tia no va a hacerte ninguna prueba ni va a mirar nada más que pasar turno a la siguiente... ojalá te la puedan cambiar! Mi experiencia con la pública no es muy buena tampoco, así que me fui a la privada directamente :/
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